Cardona y Florencio Sánchez
Dos localidades hermanas del centro-oeste uruguayo, estrechamente ligadas por la historia, el territorio y la identidad compartida.
Breve contexto histórico
La zona que hoy ocupan estas ciudades era una región rural poco poblada, dominada por estancias ganaderas y campos dedicados a la agricultura y la cría de ganado. Formaba parte de los antiguos territorios coloniales que, tras la independencia del Uruguay, se dividieron en grandes fracciones de tierra rural.
La región estaba integrada a un sistema de rutas de postas y caminos de carretas, que unían Montevideo con otros centros poblados del interior. El área servía principalmente como zona de paso y de producción para abastecer mercados más grandes. A lo largo de los arroyos —como el arroyo Miguelete— surgieron los primeros asentamientos rurales dispersos y pequeñas capillas, vinculadas a la vida de los pobladores del campo.
El desarrollo de ambas localidades está estrechamente ligado al ferrocarril, que llegó a en 1894 y marcó un antes y un después en la región. La estación, instalada en un punto estratégico de conexión entre Montevideo y el litoral del país, atrajo a trabajadores, comerciantes y familias enteras que dieron forma a los primeros asentamientos. Florencio Sánchez creció alrededor de la estación ferroviaria, mientras que Cardona se fue consolidando como un centro de servicios, comercio y producción agropecuaria.
Cardona fue fundada oficialmente en 1903 y recibió la categoría de ciudad en 1954, destacándose por su dinamismo económico y su tradición en la producción agrícola, ganadera e industrial. El nombre Cardona proviene de la familia Cardona, propietarios de una de las estancias más antiguas e importantes de la zona en el siglo XIX. Según registros históricos, la "Estancia de los Cardona" ocupaba una amplia extensión de tierras en el área donde hoy se encuentra la ciudad. Esta familia dejó una fuerte impronta en la región, al punto de que cuando se fundó la estación ferroviaria y comenzó a tomar forma el poblado, se adoptó el nombre "Cardona" en reconocimiento a esa referencia geográfica y social ya establecida.
Por su parte, Florencio Sánchez, que lleva el nombre del reconocido dramaturgo uruguayo, fue creciendo de forma paralela y obtuvo el rango de ciudad en 1993, siendo un punto clave de paso y conexión vial.
A lo largo del siglo XX, ambas ciudades desarrollaron una identidad compartida, con instituciones, fiestas populares, medios de comunicación y vínculos familiares que traspasan las fronteras administrativas. Hoy conforman un entramado urbano y social indivisible, símbolo de convivencia y cooperación entre dos departamentos.